Sobrepeso en personas mayores. Enfermedades asociadas y recomendaciones
La obesidad y el sobrepeso disminuyen la calidad de vida y aumentan el riesgo de varias patologías. Según la OMS, en Europa el sobrepeso y la obesidad han alcanzado proporciones epidémicas, con niveles de prevalencia más altos entre los hombres (63%) que entre las mujeres (54%). Las tasas tienden a ser más altas en los países con mayores ingresos.
Se habla mucho de sus efectos sobre la salud en la infancia, llevando a cabo iniciativas muy necesarias y buscando así fomentar la alimentación saludable entre los menores. De todas formas, hay otros colectivos quizá menos presentes, como el de las personas mayores, y que también requieren de mucha divulgación, ya que esta patología se vuelve especialmente importante y perjudicial en la edad adulta.
¿Qué es el sobrepeso y la obesidad?
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación excesiva de grasa. Este exceso se mide a través del Índice de masa corporal (IMC). Un indicador simple que se calcula dividiendo el peso (en kilos) de una persona entre la talla al cuadrado (en metros).
La Organización Mundial de la Salud considera sobrepeso un IMC igual o superior a 25, y obesidad un IMC igual o superior a 30. Es un indicador útil y práctico pero, de todas formas, debe atenderse cada caso individualmente, ya que no deja de ser un valor aproximado que puede no corresponderse de igual manera según la constitución de cada persona.
Algunos datos y cifras sobre la obesidad:
- Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.
- En 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.
- Según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020, un 16,5% de hombres de 18 y más años y un 15,5% de mujeres padecen obesidad.
- En los grupos de edad de 35 a 74 años es superior el porcentaje de hombres que la padecen, siendo un 44,9% de hombres y un 30,6% de mujeres los que padecen sobrepeso
- La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.
- En 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos y había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.
- Un 40,3% de mujeres se declaran sedentarias frente a un 32,3% de hombres. El mayor porcentaje de sedentarios corresponde al grupo de 85 y más años, tanto en hombres (60,2%) como en mujeres (79,0%).
Enfermedades asociadas a la obesidad
En la mayor parte de los países, unos pocos factores de riesgo son responsables de gran parte de la morbilidad y la mortalidad. En el caso de las enfermedades no transmisibles, los factores de riesgo más importantes son los siguientes: hipertensión arterial, hipercolesterolemia, escasa ingesta de frutas y hortalizas, exceso de peso u obesidad, falta de actividad física y consumo de tabaco.
Cinco de estos factores de riesgo están estrechamente asociados a la mala alimentación y la falta de actividad física, siendo esto por tanto la mayor causa de las enfermedades no transmisibles más importantes. Las principales enfermedades asociadas al sobrepeso y la obesidad son:
- Las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares, colesterol o hipertensión arterial), que fueron la principal causa de muertes en 2012.
- La diabetes.
- Los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante)
- Algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).
¿Cómo afecta en adultos mayores?
Para comprender con mayor precisión el motivo por el que la obesidad y el sobrepeso tiene un mayor impacto en las personas mayores hay que tener en cuenta un efecto consecuencia del envejecimiento. El paso de los años lleva consigo varias alteraciones, entre las que cabe destacar el cambio de la composición corporal. Se produce un descenso de la masa muscular y una reducción de la masa ósea (la cantidad de minerales que contiene cierto volumen de hueso).
Se puede comprender el impacto perjudicial que tiene sumar un aumento de peso a ese proceso. Esta pérdida de fuerza por parte del cuerpo, más el aumento de peso, se le conoce médicamente como obesidad sarcopénica, y afecta a un importante porcentaje de población mayor. Además de las posibles enfermedades asociadas al peso excesivo, ésto hace palpable el hecho de que la obesidad pueda tener en las personas mayores un impacto mucho mayor y perjudicial. Aumenta el riesgo de caídas, lesiones, fracturas y consecuente pérdida de movilidad. Somos conscientes de las consecuencias perjudiciales que esto tiene en la calidad de vida de un adulto mayor.
Son muchos los factores que pueden llevar a una persona a ganar peso en la edad adulta. Suele ser resultado de un proceso multifactorial, más que una causa concreta e identificada. Cambios en la rutina que puedan llevar a una vida más sedentaria, alimentación menos saludable debido a un posible deterioro de la salud dental o quizá los efectos secundarios de algunos medicamentos pueden llevar a las personas mayores a ganar un peso excesivo. Evitar las complicaciones derivadas de la obesidad es importante para asegurar un envejecimiento de calidad.
Consejos para prevenir el sobrepeso en personas mayores
Siguiendo ciertas directrices, es posible gestionar el problema de la obesidad y el sobrepeso. Aquí hay algunas recomendaciones específicas para personas de edad avanzada:
- Estilo de vida saludable. La incorporación de ejercicios diarios que combinen tanto la fuerza como la actividad aeróbica son esenciales. La situación personal de cada persona cambia a lo largo de su vida. Lo importante es ir adaptándose a cada momento, manteniendo siempre una vida activa. Estos ejercicios contribuyen a preservar la agilidad, la funcionalidad y la masa muscular, aspectos clave para alcanzar y mantener un estado óptimo de salud física, emocional y psicológica a lo largo del tiempo
- Una dieta equilibrada, evitando alimentos con alta carga calórica y con poca calidad nutricional, como pueden ser los dulces, la bollería o las bebidas azucaradas. La base de la alimentación debiera ser la dieta mediterránea, rica en hortalizas y verduras, productos de temporada, frutos secos o aceite de oliva. Puedes consultar esta entrada, donde hablamos de alimentación saludable en los meses de invierno.
- Acompañamiento psicológico o profesional. En el cuidado del peso no existen milagros, y en ocasiones puede llegar a ser agotador. No es cuestión de una dieta milagro o de un esfuerzo agudo pero puntual. Es un modo de vida, que requiere sacrificio, orden y disciplina. En ocasiones, ponerse en manos de un profesional, que ofrezca tanto ayuda psicológica como nutricional, puede ser de gran utilidad para perseverar en el esfuerzo.
En definitiva, cuidar el sobrepeso o la obesidad en la edad es de gran importancia e implica tomar decisiones conscientes para priorizar la salud. Cada elección, por pequeña que sea, contribuye a un envejecimiento más saludable y activo. Un factor que debe cuidarse en todas las fases de la vida, teniendo así sus frutos en la edad adulta.
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