Enfermedades cardiovasculares en personas mayores
El 14 de marzo se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular. Una efeméride que tiene como finalidad concienciar a la población sobre la principal causa de muerte en todo el mundo. Cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. En este artículo vamos a hablar de las enfermedades cardiovasculares en personas mayores, cuáles son las cardiopatías más frecuentes, factores de riesgo y prevención de este tipo de enfermedades.
Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son todas aquellas enfermedades que afectan el corazón o los vasos sanguíneos. Estas enfermedades representan el 30% de los fallecimientos en España. Dentro de las enfermedades más comunes se incluyen la hipertensión arterial, la cardiopatía coronaria (angina de pecho e infarto de miocardio), la enfermedad y el accidente cerebrovascular (ictus), la enfermedad vascular periférica, la insuficiencia cardíaca, la cardiopatía reumática, la cardiopatía congénita y las miocardiopatías.
Enfermedades cardiovasculares en personas mayores: ¿Cuáles son las más frecuentes?
Con el paso de los años, al igual que envejecen los músculos y los huesos, también lo hace el cerebro, las arterias y el corazón. Las personas mayores de 65 años son mucho más propensas que las personas más jóvenes a sufrir lesiones cardiovasculares. El envejecimiento puede causar cambios en el corazón y en los vasos sanguíneos, cambios que aumentan el riesgo de una persona de desarrollar una enfermedad cardíaca. Compartimos las enfermedades cardiovasculares más frecuentes en las personas mayores.
- Cardiopatía coronaria. Se produce un estrechamiento u obstrucción de las arterias coronarias. La causa de la enfermedad arterial coronaria suele darse por la acumulación de grasa y la formación de placas dentro de estas arterias, conocido como aterosclerosis. Cuando se obstruye completamente una arteria coronaria se produce un infarto de miocardio.
- Accidente cerebrovascular. Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Cuando este flujo se detiene por más de pocos segundos, el cerebro deja de recibir nutrientes y oxígeno, produciendo grandes daños. Entre sus consecuencias se encuentra el ictus y problemas de vista o coordinación de movimientos.
- Hipertensión arterial. Esto sucede cuando la presión de la sangre en los vasos sanguíneos es demasiado alta (de 140/90 mmHg o más). Es un problema frecuente que puede ser grave si no se trata, muy común en las personas mayores.
Factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares en personas mayores
Son muchos los factores de riesgo relacionados con el aumento de enfermedades cardiovasculares. Tratamos en este artículo los más importantes relacionados con las personas mayores.
- Obesidad. Muchos estudios constatan la relación entre la obesidad y un amplio espectro de enfermedades cardiovasculares. El riesgo de ictus o de insuficiencia cardíaca aumenta en torno a un 5% por cada unidad de incremento del IMC. El estilo de vida y los hábitos poco saludables son un factor de riesgo altísimo para las personas mayores.
- Hipertensión arterial. Supone una mayor resistencia para el corazón, que realiza un sobreesfuerzo, aumentando así su masa muscular. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial. El corazón se vuelve más irritable y se producen más arritmias.
- Diabetes. La glucosa se acumula en la sangre, dañando progresivamente los vasos sanguíneos (arterias y venas). Acelera el proceso de ateriosclerosis, aumentando el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular:
- Hiperlipidemia. Es uno de los principales factores de riesgo de cardiopatía isquémica y se conoce comúnmente como colesterol. Las personas con un colesterol alto en sangre tienen el doble de posibilidades de sufrir un infarto miocardio.
Prevención de enfermedades
La prevención de éstas emerge como una cuestión fundamental para el cuidado de la salud cardiovascular de las personas mayores. La promoción de estilos de vida saludables y el control de factores de riesgo puede contribuir significativamente a reducir la incidencia y la gravedad de las enfermedades cardiovasculares en la población en personas mayores.
La Consejería de salud de la Comunidad de Madrid ofrece una serie de recomendaciones para tener un estilo de vida saludable y controlar así los factores de riesgo asociados:
- Alimentación saludable. Una alimentación no saludable puede contribuir a la aparición de problemas de salud en la persona que conlleven un aumento del riesgo cardiovascular. Seguir una dieta desequilibrada, con un elevado contenido calórico y con altos contenidos en grasas saturadas, azúcar y sal puede provocar la aparición y desarrollo de enfermedades que se consideran factores de riesgo cardiovascular.
- Actividad física y salud. La inactividad física aumenta el riesgo de muerte en un 20-30%. Se la considera el cuarto factor de riesgo de mortalidad, responsable de aproximadamente la cuarta parte de los cánceres de mama y colon, diabetes y cardiopatía isquémica. El sedentarismo actúa en el mismo sentido. Los efectos positivos de la actividad física son muy numerosos, no sólo para mejorar la salud, sino para prevenir la enfermedad y para tratar numerosas enfermedades
- Bienestar emocional y salud. La exposición a situaciones estresantes incrementan el nivel de estrés de algunas personas, lo que se asocia a una mayor probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares. A su vez, favorecen conductas adictivas o poco saludables como el tabaquismo, consumo de alcohol o sedentarismo, que constituyen también factores de riesgo cardiovascular.
- Tabaquismo. El tabaquismo es la principal causa de morbimortalidad cardiovascular prematura. El consumo activo de tabaco se sitúa como una de las primeras causas evitables de mortalidad y origina un elevado coste sanitario y social. Adicionalmente, la exposición pasiva al humo del tabaco también incrementa el riesgo cardiovascular.
- Alcohol y salud. El consumo de alcohol ha sido asociado erróneamente en el pasado con algunos beneficios en la salud cardiovascular. De este modo, se ha atribuido al consumo “moderado” de alcohol la reducción del riesgo de mortalidad cardiovascular o de infarto agudo de miocardio. Ahora se sabe que el posible beneficio cardiovascular derivado del consumo de alcohol es insuficiente para compensar la mortalidad por el conjunto de las otras causas asociadas a su consumo, incluso cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares, en definitiva, representan un problema significativo en la población de personas mayores, dado su impacto en la salud y la calidad de vida. Conocer los factores de riesgo y las medidas preventivas disponibles, como las enfermedades cardiovasculares más comunes en las personas mayores, es necesario para abordar este desafío, y cuidar así el bienestar de nuestros mayores.
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