herpes zóster

La incidencia del herpes zóster y sus riesgos en las personas mayores

El herpes zóster es una enfermedad viral dolorosa que afecta principalmente a personas mayores de 50 años. Se produce como resultado de la reactivación del virus de la varicela zóster, que permanece latente en el cuerpo después de una infección previa de varicela. Cuando el sistema inmunológico se debilita con la edad o por otros factores, como el estrés o ciertas enfermedades, el virus puede reactivarse y causar el herpes zóster. Es una enfermedad que no pone en riesgo la vida del paciente, pero puede llegar a ser muy dolorosa.

Según datos del Centro Nacional de Epidemiología, en España se estima que alrededor del 30% de la población desarrollará herpes zóster en algún momento de su vida, y este riesgo aumenta con la edad. En personas mayores de 60 años, la incidencia de herpes zóster puede ser hasta tres veces mayor que en personas más jóvenes. Y el riesgo alcanza el 30%-50% en personas mayores de 85 años. Estas cifras subrayan la importancia de comprender y abordar esta enfermedad, especialmente en la población de edad avanzada, donde puede tener un impacto significativo en la salud y la calidad de vida.

Síntomas de herpes zóster y cómo actuar

Los herpes zóster pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo aunque, por lo general, aparecen como una franja de ampollas que envuelve el lado izquierdo o derecho del torso. Los síntomas que suele presentar esta enfermedad son:

  • Sensación de picor o dolor en la piel, generalmente en la parte del tronco.
  • Sensación de quemazón
  • Enrojecimiento en la piel sobre el que brota un conjunto de vesículas.
  • En algunos casos, también puede presentar otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza y fatiga.

A los pocos días de comenzar a notar los primeros síntomas de dolor o picor, se presenta en la zona un enrojecimiento en la piel. De éste, emerge un grupo de vesículas de forma agrupada. Una semana después, habitualmente, las lesiones se secan y forman una costra amarillenta que poco a poco se elimina. Las zonas más afectadas suelen ser el tronco, el muslo y la región ocular. Esta última es la que más gravedad alberga, ya que existe el riesgo de formación de úlceras corneales que pueden conducir a la ceguera.

Ante la presencia de estos síntomas, es importante buscar atención médica de inmediato para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Los médicos pueden recetar medicamentos antivirales para reducir la duración y la gravedad de la enfermedad, así como analgésicos para aliviar el dolor. Además del tratamiento médico, se pueden aplicar compresas frías o lociones calmantes en las áreas afectadas para aliviar la picazón y la incomodidad. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento prescrito para prevenir posibles complicaciones y acelerar la recuperación. Esto es especialmente importante en personas mayores de 50 años, ya que la edad aumenta el riesgo de complicaciones derivadas por el herpes zóster.

Cómo se contagia el herpes zóster en adultos

El herpes zóster sólo se puede transmitir a aquellas personas que no hayan tenido infección por varicela anteriormente. La transmisión se produce por contacto con las vesículas y ocasiona un cuadro inicial de varicela. La fase más contagiosa de la enfermedad se da cuando aparecen las vesículas, ya que el virus se encuentra dentro de ellas. Durante su desarrollo debe evitarse el contacto con personas que no hayan estado en contacto con el virus previamente, especialmente si son inmunosuprimidos o mujeres embarazadas.

Riesgos y gravedad del herpes zóster

El herpes zóster suele ser una enfermedad leve, que se resuelve espontáneamente en una o dos semanas, pero en algún caso puede producir complicaciones graves. Estas complicaciones suelen darse en pacientes inmunodeprimidos, donde existe riesgo de generalización del virus con afectación de otros órganos. El diagnóstico y tratamiento precoz en estos pacientes se vuelve aún más más trascendental. En lo que respecta a la localización, cuando el herpes zóster se manifiesta en los ojos presenta un peor pronóstico respecto al resto, por la posibilidad que las complicaciones pueden evolucionar a ceguera.

Además del dolor y malestar asociados con la erupción cutánea, el herpes zóster también puede provocar complicaciones graves, como neuralgia postherpética, que es un dolor persistente que puede durar meses o incluso años después de que desaparezcan las erupciones cutáneas.

Por lo tanto, es importante prestar atención y buscar información médica adecuada y seguir las pautas de tratamiento para reducir el riesgo de complicaciones y mejorar las predicciones a largo plazo.

Tratamiento del herpes zóster

No siempre es necesario el tratamiento del herpes zóster, ya que en muchos casos éste se resuelve espontáneamente en unos 7 días. Cuandoel tratamiento del herpes zóster es necesario, generalmente incluye medicamentos antivirales -vía oral o intravenosa- para reducir la duración y la gravedad de la enfermedad, así como analgésicos para aliviar el dolor. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos tópicos o corticosteroides para ayudar a controlar la picazón y la inflamación.

El tratamiento se indica principalmente en dos casos: en pacientes inmunosuprimidos, por el riesgo de diseminación del virus a otros órganos, además de en personas mayores, para disminuir la posibilidad, como hemos dicho, de desarrollar complicaciones graves. Es importante recalcar que el tratamiento es eficaz cuando se comienza en las primeras 72 horas desde el inicio de las vesículas. En todo caso, es fundamental seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento prescrito.

Vacunas para la prevención del herpes zóster en adultos mayores

La vacunación es la medida más efectiva para prevenir el herpes zóster. En España, hay una vacuna disponible para hacer frente a la enfermedad. La pauta de la vacunación consiste en dos dosis con un intervalo entre 2 y 6 meses. Se administra vía intramuscular. Es una vacuna altamente recomendada para personas mayores de 65 años. Los estudios hablan de una eficacia que supera el 73%. Es una vacuna con buen perfil de seguridad y con muy pocos efectos secundarios: las reacciones más frecuentes son dolor en el lugar de inyección, enrojecimiento e hinchazón, que se resuelve a los 2 o 3 días.

El Ministerio de Sanidad ofrece un documento sobre el herpes zoster que permite conocer más a fondo tanto esta enfermedad como todo lo relacionado con la vacunación (recomendaciones, dudas frecuentes o combinación con otras vacunas.

¿Qué alimentos activan la enfermedad?

No es posible causar o aliviar el herpes zóster a través de la alimentación pero, como hemos señalado, la varicela puede reactivarse debido a un sistema inmunológico bajo. Esta inmunidad disminuye naturalmente con la edad, por lo que a través de la dieta equilibrada y saludable se puede fortalecer y mejorar la respuesta inmunitaria para hacer frente a la enfermedad, prevenirla o reducir la severidad de sus síntomas.

Por otro lado, existen ciertos alimentos que pueden promover la inflamación. Algunos de ellos son los productos de repostería, alimentos fritos, alimentos con mucho azúcar o la carne procesada, como el embutido. 

En conclusión, el herpes zóster es una enfermedad viral común que afecta a una parte significativa de la población mayor de 50 años. Conocer los síntomas, riesgos, tratamiento y medidas preventivas puede ayudar a las personas mayores a manejar esta enfermedad de manera efectiva y mejorar su calidad de vida.

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