alteraciones de comportamiento en la demencia

Alteraciones de comportamiento en la demencia. Tips para afrontarlo

La demencia es un término que engloba varias enfermedades que afectan a la memoria, al pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas. El principal factor de riesgo para sufrir demencia es la edad, ya que es más común en personas de 65 años o más. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y representa entre un 60% y un 70% de los casos. La demencia es un síndrome que generalmente conduce al deterioro de la función cognitiva. Este deterioro cognitivo suele ir acompañado -o, en algunos casos, precedido-, por cambios en el estado de ánimo, emocional, de comportamiento o motivacional. Estas alteraciones de comportamiento en la demencia son de gran importancia en el desarrollo de la enfermedad, ya que tienen una gran influencia en la calidad de vida del enfermo, y de sus familiares y cuidadores. Entre el 70% y 90% de los pacientes de demencia, sufre cambios de comportamiento y personalidad, con más frecuencia en estadios avanzados de la enfermedad

Origen de las alteraciones de comportamiento en la demencia

Estas alteraciones de comportamiento en la demencia a veces se presentan antes que empiecen los problemas de memoria, y pueden ser un signo de alerta de la enfermedad. De todas formas, lo más común es que surjan cuando el estadio de esta patología está avanzada, ya que suele ser consecuencia de los cambios en el cerebro originados por la demencia.

En todo caso, cada persona puede vivir la enfermedad de forma diferente en función de sus condiciones de salud general previas, del funcionamiento cognitivo antes de la patología y de la evolución de la misma.

Alteraciones emocionales y de personalidad

El estado de ánimo y la personalidad de las personas con demencia es uno de los ámbitos más comunes de cambio conductual. Las personas que lo sufren pueden llegar a sentir cambios bruscos de miedo, confusión o temor. 

Labilidad emocional

Es muy común en que los pacientes de demencia experimenten labilidad emocional, que es la tendencia a experimentar cambios emocionales intensos y rápidos. La persona experimenta cambios bruscos en las expresiones emocionales, pudiendo pasar en un periodo muy corto de tiempo de la alegría a la tristeza, de la desesperación a la agresividad.

Ayudar al paciente a encontrar las causas de aquello que le produce tristeza o enfado puede servir para evitar estos cambios en el futuro. De todas formas, la familia debe ser consciente que estos cambios son resultado de una lesión neurológica, y que no se realizan de forma voluntaria. Por tanto, cuanto estos cambios se den puede ayudar dirigir la atención del paciente hacia otro tema, intentando distraerle realizando alguna actividad que le resulte de su agrado. 

Cambios psicológicos

Entre las alteraciones de comportamiento en la demencia que presentan los pacientes con la enfermedad, los cambios psicológicos se encuentran entre los más frecuentes. Cabe destacar la depresión, la ansiedad o la psicosis, altamente comunes en los que padecen la enfermedad.

Ansiedad

Un estado de nerviosismo y emoción angustiosa que se sufre ante hechos o situaciones que parecen insuperables o amenazantes. Esta ansiedad o agitación puede originarse por la interacción con medicamentos, desarrollo de la enfermedad o cualquier circunstancia que empeore la capacidad cognitiva de la persona.

Depresión

Según un informe de la Sociedad Española de Neurología (SEN) entre el 35% y el 50% de quienes padecen Alzheimer (el principal tipo de demencia) sufren también depresión. Es, tras la apatía, el segundo síntoma neuropsiquiátrico más frecuente en la enfermedad de Alzheimer.

Alteraciones psicóticas

Los síntomas psicóticos son alteraciones del funcionamiento mental que implican una pérdida de contacto con la realidad. Las dos manifestaciones más comunes son las ideas delirantes y las alucinaciones. Cerca de la mitad de todos los pacientes con Alzheimer desarrollan síntomas de psicosis.  

Cambios psicomotores

La mayoría de las habilidades motoras que realizamos, y que nos permiten realizar actos sencillos y cotidianos, están automatizadas y dependen de la praxis, un proceso neurológico por el que la cognición dirige las acciones motoras. Ejemplos de estas acciones motoras pueden ser lavarse los dientes, atarse los zapatos, vestirse, saludar o hacer la cama.

Se entiende como apraxia cuando se alteran estas habilidades cotidianas. Aunque su impacto se refleja en acciones motoras, el fallo en su ejecución se debe a los fallos neurodegenerativos causados por la demencia. Estos cambios que tienen lugar dificultan la independencia del paciente y limitan su capacidad de realizar las actividades diarias con autonomía. La mayoría de los trastornos motores aparecen con frecuencia en los que sufren demencia  y progresan rápidamente.

Cambios neurodegenerativos

Los daños causados por la demencia afectan al cerebro y a las neuronas cerebrales, causando un deterioro gradual que afecta al pensamiento, a la memoria y al habla. El tratamiento y los medicamentos pueden ayudar a ralentizar o retrasar los síntomas. La estimulación cognitiva es de gran ayuda para paliar los efectos de este deterioro o para prevenir su aparición en el futuro. Esta estimulación cognitiva se puede llevar a cabo de diferentes maneras: a través de manualidades, juegos de mesa o la lectura

Memoria

La pérdida de memoria es uno de los primeros síntomas de manifestación de la demencia. A medida que evoluciona la enfermedad, la pérdida de la memoria afecta la capacidad de la persona para desenvolverse en el día a día. Las primeras alteraciones neuropatológicas del Alzheimer afectan al hipocampo, una estructura cerebral cuyo papel es el de asimilación de nuevas memorias. De todas formas, la afectación a los distintos tipos de memoria depende de la evolución y las fases de la enfermedad.

Mantener la mente activa, realizar ejercicio, dormir el suficiente número de horas o una dieta saludable son algunos de los consejos más recomendados para la prevención o tratamiento de problemas de memoria.

Pensamiento y razonamiento

La demencia genera un impacto profundo en el pensamiento y el razonamiento. Las personas afectadas pueden experimentar una pérdida gradual de la capacidad para procesar información, tomar decisiones y resolver problemas. Mantener una comunicación clara y simple, brindar apoyo emocional y fomentar actividades cognitivas estimulantes puede ayudar a mitigar los efectos de la demencia y mejorar la calidad de vida de la persona.

Lenguaje

Los cambios neurodegenerativos propios de la demencia derivan con frecuencia en la afasia, la pérdida de capacidad para expresarse y para comprender el lenguaje. Afecta tanto a la capacidad para hablar como a la de escucha y comprensión. Es importante dar tiempo a la persona para que se exprese, ser paciente y no completar las frases por ella.

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