La lectura para personas mayores: beneficios y dificultades
Durante las últimas décadas se han llevado a cabo numerosas investigaciones científicas que pretenden indagar sobre los efectos que las artes tienen sobre la salud y el bienestar de las personas. Un informe de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud ha analizado más de 900 publicaciones científicas que hablan sobre esta cuestión. Ahí se recogen los numerosos beneficios para la salud, tanto mental como física, de varias actividades culturales, como el teatro, la música, el canto, la pintura o la lectura. Queremos centrar el artículo de hoy en este último punto, resumiendo algunos de los beneficios que la lectura puede ofrecer para las personas mayores.
Beneficios de la lectura
La lectura es una opción de entretenimiento muy común entre los españoles. Según el barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España, en 2022 el 65% de la población española ha leído durante su tiempo libre. Leemos por diversos motivos: por entretenimiento, curiosidad, como inspiración, para desconectar o para relajarnos. Lo cierto es que la lectura tiene numerosos beneficios para la salud de nuestros mayores. Recopilamos algunos de los más conocidos.
Reduce el estrés y mejora la salud mental
La lectura de libros, especialmente los de ficción, atrapa por completo la mente y la imaginación del lector. Está demostrado que aquellas actividades que focalizan la atención reducen el estrés e incrementan la relajación. Un estudio de la Universidad de Sussex recoge que aquellos que leen al menos seis minutos al día muestran mejores datos cardiovasculares, menor tensión muscular y una notable reducción de signos de estrés.
Reduce el riesgo de de padecer demencia
La realización de actividades mentales, entre las que se incluye la lectura, ayudan al cerebro a mantener las estructuras necesarias para evitar el deterioro cognitivo. Muchos estudios sugieren que aquellos que han sido lectores habituales durante toda su vida muestran un ratio menor de demencia en comparación con aquellos que no han llevado a cabo este tipo de actividades.
Mejora la memoria y la fluidez
La lectura también ayuda a la ejercitación de la memoria. Según un estudio llevado a cabo por varios científicos, la lectura ayuda al cerebro a ser más receptivo a nuevos aprendizajes, favoreciendo la memoria episódica (aquella que se refiere al recuerdo de momentos, lugares, emociones y detalles de contexto de episodios de la vida que se pueden evocar de forma muy nítida) y la fluidez verbal.
Ayuda a la socialización y a la empatía
La lectura tiene un gran impacto para la socialización de los adultos mayores. No solo porque abre una posibilidad de temas de conversación, sino también porque mejora la capacidad de empatizar. La lectura incrementa los deseos de la persona en conocer el comportamiento humano y sus motivaciones, lo que vuelve a la persona más comprensiva. Además, aquellos que leen novelas que se sitúan en culturas y lugares diferentes a los suyos toman mayor conciencia de la diversidad humana y de modos de comprender el mundo.
Mejora la calidad del sueño
Muchos expertos recomiendan leer antes de dormir, una actividad relajante que si se incorpora en la rutina mejora la higiene del sueño de los adultos mayores. Gracias a su capacidad de evasión, liberación de estrés y focalización de la atención se le ayuda al cuerpo a la relajación, cuestión de gran ayuda para conciliar el sueño.
Dificultades para la lectura
Hemos conocido algunos de los beneficios que tiene la lectura, pero se calcula que, por diversos motivos, hay un 25% de la población adulta que tiene dificultades lectoras. Si no se ponen los remedios adecuados, más que una ayuda, la lectura en adultos mayores puede suponer un problema, llevándolos a la frustración.
Uno de los principales obstáculos que tienen los adultos mayores para la lectura están relacionados con problemas de visión. Además de las correcciones de vista pertinentes, también hay ediciones especiales de libros para personas mayores, donde la letra tiene un mayor tamaño, facilitando así su lectura.
Los audiolibros son también una ayuda para las personas mayores que experimentan dificultades en la lectura. Además de los problemas de visión, con el paso de los años también disminuye la capacidad de concentración. Los audiolibros ofrecen un gran abanico de posibilidades, haciendo la lectura mucho más atractiva y accesible.
Finalmente, la lectura también puede suponer un problema para aquellos que padecen demencia. Es necesario adaptar la lectura a sus circunstancias, con cuentos o textos breves que faciliten la estimulación cognitiva pero que no requieran de un hilo narrativo. Una posible solución es la conocida lectura fácil, una estrategia de escritura que busca hacer más accesible la información a aquellas personas que pierden capacidades cognitivas. Son textos que incorporan imágenes, elementos visuales y que, junto con su lenguaje sencillo y llano, pueden acercar la lectura.
Deja una respuesta