La diferencia entre cuidadora y empleada del hogar
¿Necesitas una cuidadora o una empleada del hogar? En muchas ocasiones se confunden dichos conceptos cuando lo cierto es que son figuras totalmente diferentes. Ambas atienden ciertas necesidades en el entorno domiciliar, pero ejercen diferentes competencias y funciones que se deben identificar, para saber el tipo de perfil que realmente debe atenderte según tus necesidades.
¿Qué es una cuidadora y cuáles son sus funciones?
El cuidador o cuidadora profesional es aquella persona que se dedica a cuidar a otras personas que se encuentran en una condición de dependencia debido a algún tipo de enfermedad, discapacidad o por tener una edad avanzada.
Su objetivo es brindarle los cuidados necesarios para mejorar su calidad de vida y vivir su día a día garantizando su buen estado de salud, tanto físico como emocional.
Esta gratificante labor está reconocida como un trabajo remunerado y los profesionales que se dedican a ello deben tener conocimientos y estudios previos para ejercer funciones de auxiliar de enfermería y atención domiciliaria.
Así, gracias a su experiencia y formación profesional, la persona cuidadora puede atender a la persona mayor y/o dependiente adaptándose a sus circunstancias y necesidades en concreto.
El perfil de una cuidadora
El perfil de una cuidadora destaca por ser una persona que siente una gran empatía hacia los demás, que transmite una sensación de cercanía y afecto al paciente, que tiene vocación por ayudar al que más lo necesita y que genera confianza.
Además de garantizar su buen estado de salud, alimentación e higiene, el profesional cuidador vela por la seguridad y el bienestar de las personas mayores, discapacitadas o enfermas, acompañándolas en sus actividades diarias y facilitando sus rutinas.
Para ello, es esencial que conozca en profundidad cómo debe actuar ante cada situación que se presente, ya que existen diferentes grados de dependencia y patologías que deben llevarse con mucha precaución para que no se termine agravando la situación.
En cuanto a sus funciones en concreto, la cuidadora de una persona mayor y/o dependiente lleva a cabo los cuidados relacionados con sus necesidades básicas y rutinas diarias, tales como bañarla, alimentarla, darle la medicación, vestirla, asearla, etc.
También debe cuidar su salud mental y emocional ofreciéndole compañía, apoyo y confianza. Factores que el paciente puede necesitar para no sentirse apartado de la sociedad.
Además, en caso de ser un paciente con movilidad reducida, debe acompañarle en sus desplazamientos para que se sienta seguro y conocer terapias de rehabilitación o cambios de postura en caso de que el paciente se encuentre inmovilizado.
Otra de las funciones que tiene que realizar una cuidadora es la de mantener limpio el hogar y los espacios en los que se encuentre la persona dependiente. Lo cual requiere acciones como lavar los platos, sacar la basura, aspirar el suelo, limpiar el polvo, etc.
Y he aquí las labores que tienden a crear confusión entre las cuidadoras y las empleadas del hogar.
¿Qué es una empleada del hogar?
Una empleada del hogar es una profesional que se dedica a cubrir las necesidades de los hogares realizando tareas domésticas. Es decir, lleva a cabo actividades que garantizan el correcto mantenimiento y funcionamiento de una vivienda o edificio.
Esta profesión surge en gran medida por la falta de tiempo de la que disponen muchas familias para atender las necesidades del hogar y ante la imposibilidad de compaginar las tareas del hogar con su día a día. Por ello; muchas familias recurren al perfil de la empleada del hogar para el cuidado de su vivienda.
Dicho perfil reúne una serie de cualidades, conocimientos y experiencia que garantizan una buena relación entre la trabajadora y la familia, ya que la confianza es un factor esencial para poder ejercer esta profesión.
Funciones de las empleadas del hogar
Las labores que tienen que llevar a cabo las empleadas domésticas son:
- Cocinar: deben tener ciertos conocimientos de cocina ya que tiene que preparar el desayuno, la comida o la cena a los miembros de la casa que se le indique, teniendo en cuenta sus preferencias, gustos, alergias, intolerancias, etc.
- Limpieza del hogar: esto se traduce en realizar las múltiples tareas que se deben realizar para mantener el hogar en buen estado. Lo cual se traduce en mantener limpios y ordenados todos los espacios, baños, hacer la colada, planchar, aspirar suelos y alfombras, cambiar sábanas, etc. En resumen, mantener todo limpio e higiénico.
- La compra de alimentos: otra de las tareas que suelen encargar a las empleadas del hogar es realizar la compra de productos de alimentación y preparar la comida necesaria para el hogar.
- Cuidar a los niños y a las mascotas: en el caso de que haya niños, los lleva y los recoge del colegio, juega con ellos, les prepara la cena y ayuda con sus baños. En definitiva, cubre todas sus necesidades cuando sus padres o tutores no están en casa. Además, en el caso de haber mascota, también deben atenderla ofreciéndoles, en ocasiones , la alimentación necesaria o sacarla de paseo.
En resumen, la gran diferencia entre una empleada del hogar y una cuidadora es que la primera se ocupa del mantenimiento y la limpieza del hogar, mientras que una cuidadora se encarga de mejorar la calidad de vida de personas dependientes o de la tercera edad que no pueden valerse por sí solas y que requieren los cuidados de otra persona para atender sus necesidades.
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